viernes, 26 de junio de 2015

Invitación fin de semana en Benidorm


¡¡¡Buenas tardes a todos-as!!!

Ya pensabais que esta semana os dejaba sin entrada, ¿eh? 
Pues he estado casi a punto, ando muy liada estos días. 
Los peques (mis sobrinos) han terminado el cole y adivinar con quién están 
la mayor parte del tiempo. ¡¡Exacto!! 
Es un no parar, sobre todo la pequeña que es super activa y no me deja ni un segundo de respiro. 
Siempre está ideando algo y solo quiere que jugar, pintar... 
bueno, más bien pintarme a mí, que no veáis la cara que me deja... 
y eso que yo no soy de maquillarme...
y menos aún con estos calores...

Además hemos tenido torneo, mi sobrino ha estado probando con el fútbol sala 
y hemos descubierto que no se le da nada mal. 
De hecho para ser la primera vez que se presentan a un torneo de esta clase, 
con compañeros de equipo que no conocía y con tan solo un entrenamiento, 
se quedaron terceros en el campeonato y fue pichichi de su equipo. 
¡¡Toda una revelación!! 
Es un crack este niño.

Este fin de semana se presenta bastante movidito también, pues tengo una salida en grupo.
Está planificado desde hace unos meses y por fin llega el día. 
Aunque con bastantes nervios por mi parte. 
Todos los veranos mi hermana y amigos hacen una escapada cuando termina 
la temporada de fútbol de los niños, con los padres y amigos del equipo y,
 este año no iba a ser menos. 
Con tiempo se miró y planificó el sitio, pues eran muchos, padres, niños... 
Vieron un hotel que les encantó en Benidorm y dicho y hecho, 
a pasar un fin de semana con todo incluido.
"¡Cómo mola, qué bien se lo montan!" pensé. 
Y es cierto, siempre tienen algo que hacer y no paran, 
pues no tienen un fin de semana libre. 
Pero, cual fue mi sorpresa cuando una amiga de mi hermana de toda la vida , 
me invitó a ir con ella, pues le iba a costar lo mismo si iba con pareja como si no llevaba, 
así que me lo ofreció a mi. Y acepté. 
Claro que entonces lo vi tan lejano... y ahora queda tan poquito... 
que llevo toda la semana con una cosilla en el estómago... 
 los pensamientos negativos y, por supuestos predictivos, están al acecho haciéndome la vida imposible. 
La verdad es que me da bastante vergüenza, aunque los conozco a todos,
pues no soy precisamente una modelo y no me gusta que me vean en bañador, 
además de que soy super blanquita y... 
¡¡Uf... solo de pensarlo me estoy poniendo mala!!
No os hacéis una idea de la cantidad de cosas por segundo que me vienen a la cabeza y,
 de echo, he pensado hasta en no ir, en declinar la invitación, 
aunque sé que después me sentiría mal por no haber ido y me lo echaría en cara de por vida 
de haber sido tan tonta y tan cobarde...
Soy demasiado tímida y vergonzosa y estas situaciones me intimidan mucho...
¿Qué hacer?
 Pues, aguantar la ansiedad, los nervios, los pensamientos (del tipo que sean) 
e ir, afrontar, pasar de todo y de todos 
y, sobre todo, 
¡¡disfrutar a tope del fin de semana!!
Sé que me va a costar, sobre todo al principio, pero voy a hacer todo lo que pueda 
por estar bien y pasarlo lo mejor posible.
Ya os contaré a mi regreso cómo me fue.

 (Monika Holidays)

¡¡Pasad buen fin de semana y disfrutéis del sol y la playita!!
(los que podáis :p)

lunes, 15 de junio de 2015

Bloqueo. Hoja en blanco


Una vez más me esta volviendo a ocurrir. 
No estoy escribiendo nada en absoluto, desde que acabé el relato que les dediqué 
a mi sobrino y su equipo de fútbol. 
No he vuelto a escribir ningún relato, ninguna historia.
Me es imposible. 
No sale nada.
Salgo a la calle con mi libreta en mano...
y nada.
Me siento en un parque a ver la gente pasar...
y nada.
Me siento delante de la pantalla de mi ordenador intentando crear una historia nueva...
 y nada,
no sale nada. 
Cuando, muy de vez en cuando alguna frase parece que da forma... 
no tiene sentido o simplemente, no me gusta. 
Reconozco que soy muy auto crítica y exigente conmigo misma... 
pero no me gusta nada de aquello que intento crear o, incluso de lo que ya he creado. 
Y no resulta fácil empezar un nuevo proyecto si "la inspiración" no llega. 
Hace más de un mes que acabé dicho relato 
y no hay modo de escribir una mísera línea en condiciones.
NADA. 
Estoy en BLANCO y es muy frustrante...
sino fuera por esos pequeños instantes, breves, fugaces, 
en que parece que va a venir algo a mi mente... 
pero, no, no es así...
Estoy bloqueada.
¿Qué hacer?
¿Sobre qué escribir?
¿Cómo romper este bloqueo?


jueves, 11 de junio de 2015

¡¡Cuántos planes!! ¿Qué hacer? ¿A dónde ir? ¿Con quién quedar?


Y de pronto... tengo todos los fines de semana comprometidos... 
¡¡me salen planes por todas partes!!
¿No os ha pasado nunca eso de que no tenéis nada que hacer durante muchos fines de semana y, 
por tanto, os quedáis en casa, y sin embargo otros, son muchos los eventos al mismo tiempo, 
el mismo día incluso y no sabéis a cual de ellos acudir?
Pues eso mismo me ocurrió a mi este último fin de semana, 
a tal punto de ser un auténtico quebradero de cabeza para mí, porque no quería faltar
 a ninguna de las citas... sin embargo... no fue posible 
y sintiéndolo mucho tuve que decirles que no a varias personas, 
lo lamento de corazón pero no puedo estar en tres sitios a la vez
Tenía esa fecha vista desde hace varios meses ya, pero no recordaba que coincidía 
con el cumpleaños de un amigo, al cual no pude acompañar en su día. 
Pero también y, de forma imprevista, me llegó la invitación de una amiga en Madrid...
Tenía que tomar una decisión... ¿Qué hacer? 
Por un lado al cumpleaños ya avisé de que no podía ir. 
Y por otro ya había dicho que contaran conmigo para la cena con el equipo de fútbol 
y estaba todo organizado desde hace tiempo y... no sé... 
me sentía mal por decir a última hora que no iba a ir... 
sé que tampoco hubiera pasado nada si, dado el caso, no me hubiese presentado, 
pero llevaba tiempo preparándome para juntarme con tanta gente. 
Pues ya sabéis de mis problemas... estas situaciones sociales me generan tal ansiedad 
que son toda una exposición y afrontamiento para mí... a pesar de que me llevo bien con ellos... 
además, me apetecía un montón ir y hacer algo distinto el fin de semana... 
de echo lo pasamos en grande. Nos reímos un montón. 
Fue una tarde-noche genial. 
Por mi parte estuve en todo momento bien, sin ningún síntoma de ansiedad, agobio o malestar.
Sin embargo... pasados los días... no me siento bien del todo... 
en cierto modo es como que siento que tomé la decisión equivocada... 
como que he vuelto a fallar, otra vez a la misma persona. 
Quizá solo sean paranoias mías... pero... no puedo evitarlo... 
No sé cómo me las arreglo pero desde que conozco a mari carmen rara vez le he dicho que SÍ a algo. 
¡¡No sé cómo me soporta!! 
Cómo sigue ahí, en todo momento a mi lado, ayudándome de una forma u otra. 
Pues, aunque intento seguir sus consejos a pesar de la dificultad de alguno de ellos... 
siento que no avanzo, que siempre estoy en el mismo punto con ella. 
"No sé..." ésta siempre ha sido mi respuesta a todas y cada una de sus proposiciones. 
¿Cuándo será el día que la sorprenda (y a mí) y le diga que SÍ sin tan siquiera pensármelo? 
Vale que era algo imprevisto e improvisado... pero tenía tiempo de hacer las cosas... 
pillar algo de ropa en una mochila, subir a un autobús y poner rumbo a Madrid, ¿no es tan difícil, no? 
Sí, si lo es. 
Supongo que se me pasaron por la cabeza mil cosas que ahora no soy capaz de identificar. 
El miedo, ante todo. Siempre está ahí. 
¿Miedo a qué? pensaréis. 
Miedo a salir de casa durante unos días. 
Miedo a tener que ir a la estación de autobuses y preguntar/comprar los billetes. 
Miedo al viaje. 
La incertidumbre si estaré bien durante este o no. 
Cómo será al llegar allí. 
La incomodidad. 
La sensación de estar de más. 
De  sentir que molesto. 
Que vuelvo a ser una carga para alguien.... 
Sí, ya sé que me invitó ella a ir... pero sabéis cuan puñetero puede ser nuestro cerebro,
 esa parte irracional que todos tenemos, que nos domina y nos amarga la vida... 
anticipando cosas mucho antes de que éstas ocurran, 
si es que llegan a ocurrir y poniéndonos en lo peor, pensando de la forma más negativa si cabe...
 y es posible que mientras estoy escribiendo esto esa parte de mí me esté dominando...  
Sé que no puedo estar en todas partes, pero me habría encantado asistir 
y hacer algo completamente distinto para variar, como bien me sueles decir... 
mari carmen, me quedo con esa espinita... que sé que tardaré tiempo en quitarme... 
siento que me cueste tanto hacerte caso a la primera, por decirlo de algún modo. 
No es intencionado. Lo sabes. 
Me conoces. 
Me cuesta actuar.
Tomar decisiones.
Y lo siento de veras.
Ya sabes el caos que llevo en mi cabeza últimamente... el cual no me deja centrarme... 
y hace que me sienta mal por todo, lo que hago y lo que no... 
 

viernes, 5 de junio de 2015

El gusano y el escarabajo


Un gusano y un escarabajo eran amigos y se pasaban charlando largas horas.

El escarabajo era consciente de que su amigo el gusano era muy limitado en movilidad, tenía visión muy restringida y era muy tranquilo y pasivo comparado con los escarabajos.

El gusano, por su parte, era muy consciente de que su amigo el escarabajo venía de otro ambiente, y de que, en comparación con los gusanos de su especie, comía cosas desagradables, era muy acelerado, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.

Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó a éste su amistad con el gusano, preguntándole cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro de un ser tan inferior, un ser tan limitado en sus movimientos, y por qué seguía siendo amigo de alguien que ni siquiera le devolvía los saludos efusivos que el escarabajo le hacía desde lejos.

Pero el escarabajo era consciente de que, debido a lo limitado de su visión, el gusano muchas veces ni siquiera veía que alguien lo saludaba y, si acaso llegaba a notarlo, no distinguía si era o no el escarabajo, y por ello no contestaba el saludo. Sin embargo, el escarabajo calló para no discutir con su compañera.

Fue tanta la insistencia de la escarabajo y tantos sus argumentos cuestionando la amistad que su compañero mantenía con el gusano que el escarabajo decidió poner a prueba esa amistad alejándose del gusano para esperar a que éste lo buscara.

Pasó el tiempo, y un día llegó la noticia de que el gusano estaba muriendo, pues su organismo se había resentido por los esfuerzos que cada día hacía para ir a ver a su amigo el escarabajo y, como no lo conseguía durante toda una jornada diurna, el gusano tenía que volver sobre sus pasos para pasar la noche en el refugio de su propia casa.

Al saber esto, el escarabajo, sin preguntar a su compañera, decidió ir a ver al gusano.
En el camino se cruzó con varios insectos que le contaron de las diarias e infructuosas peripecias del gusano para ir a ver a su amigo el escarabajo y averiguar qué le había pasado. Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a buscarlo, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol donde yacía el gusano esperando ya el momento final. Y al verlo a su lado, el gusano, apenas con un hilo de vida, le dijo al escarabajo cuánto le alegraba ver que se encontrara bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado a éste.

El escarabajo sintió vergüenza por haber permitido que las opiniones de otros minaran su amistad con el gusano y sintió dolor por haber perdido las muchas horas de regocijo que las conversaciones con su amigo le proporcionaban y, sobre todo, por haberle puesto en una situación que le causó la muerte.

Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería porque, a pesar de pertenecer a otra especie, le había ofrecido su amistad. Y así aprendió varias lecciones ese día:

• La amistad está en ti y no en los demás. Si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.
• El tiempo no condiciona las amistades. Tampoco lo hacen las razas ni las limitaciones propias o las ajenas.
• El tiempo y la distancia no son los factores que destruyen una amistad. La destruyen las dudas y nuestros temores.
• Cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías, las ilusiones... todo lo que ambos compartieron en el tiempo, se va con él.

El escarabajo murió poco después. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal lo aconsejó, pues fue decisión suya el prestar oídos a las críticas sobre su amigo.

Si tienes un amigo no pongas en tela de juicio lo que él es, pues sembrando dudas cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues con ello estarás echando en saco roto tu confianza.

Reconoce la riqueza de quien es diferente a ti y, aun así, está dispuesto a compartir contigo sus ideales y temores. La esencia del gusano y el escarabajo se volvieron una sola en el plano más allá de esta vida.

No sé si eres el gusano y yo el escarabajo, o al revés, pero seguro que somos distintos y que nos movemos en planos diferentes. Yo, aunque sea gusano, te seguiré buscando día a día; pero si fuera escarabajo, no prestaré oído a las críticas, vengan de donde vengan.

Si fuera gusano, ignoraré lo grotesco que me puedas parecer. Si fuera escarabajo, haré uso de mis habilidades para servirte.

"Voy a pasar por esta vida una sola vez. Cualquier cosa buena que yo pueda hacer o alguna amabilidad que pueda hacer por alguien, debo hacerla ahora, porque no pasaré de nuevo por aquí". MADRE TERESA DE CALCUTA .

DESCONOCIDO


martes, 2 de junio de 2015

Fin de semana de gran actividad


Este fin de semana han habido varios eventos en la ciudad. 
Y es que desde hace ya 10 años, a finales del mes de mayo se pone en marcha 
el festival "Elx al carrer" donde se llevan a cabo un sin fin de espectáculos callejeros 
en el centro de la ciudad. 
Pasando por danza, teatro, percusión, malabares, etc... 
Además, junto a este certamen se ha llevado a cabo también un concurso de fotografía 
sobre «Elx al Carrer» que se ha desarrollado durante estos tres días. 


  




También en el CCCE L'Escorxador han habido actividades como suele ser habitual en él. 
Yo estuve la semana anterior asistiendo a una obra de teatro (por primera vez) y salí en cantada, 
tanto por sus instalaciones como por la obra representada y el elenco de actores. 
Fue una experiencia única, en la que pudimos incluso hacer preguntas a los actores,
 y espero poder repetir en breve. 
Me hubiese gustado acudir este fin de semana a ver una obra que me llamó la atención,
"Cachorros de negro mirar"
pero por circunstancias no me fue posible.



Trata sobre el hastío de sus dos protagonistas en una calurosa tarde de verano. A través de los dos skins, Surcos y Cachorro, que ni siquiera se llaman por sus nombres reales, se exploran temas como el desencanto con el sistema, la pérdida de valores, la desesperada necesidad de ser aceptado en un grupo, la manipulación del más fuerte sobre el más débil, y la violencia y la crueldad como formas de expresión. Este claro y directo texto de Paloma Pedrero, ambientado en el Madrid de los años noventa, sigue estando en plena vigencia en el convulso momento actual.





Cabe destacar también el sabor Andaluz que hubo este fin de semana por las calles de Elche. 
La Comunidad Andaluza que reside en la cuidad celebró las fiestas en honor a la Virgen del Rocío,
realizando una romería en la que llevaron en procesión a la Blanca Paloma desde la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús hasta el Pantano.


Todos los años tengo la suerte de verlas pasar desde mi balcón, 
pues el recorrido de retorno a la Parroquia así lo requiere y, la verdad, me gusta. 
No es, quizá tan multitudinaria como en Andalucía, 
pero tiene grandes fieles y seguidores que, año tras año, hacen posible esta celebración.

Y esto no es todo, tenemos un gran legado de actividades culturales, museos para visitar, 
los cuales en domingo la entrada es gratuita, asociaciones, teatro...
Con la llegada del buen tiempo empiezan los conciertos y este fin de semana 
hemos contado con la presencia de Pablo Alborán. 
El cual tuvo muchísimo éxito y fue una pasada, según personas allegadas que asistieron al concierto 
que se celebró en los aledaños de la Universidad Miguel Hernández. 

 ¿Quién puede aburrirse con tanta actividad? 
Hay para elegir, gustos de todo tipo o, simplemente, salir a tomar algo por el centro de la ciudad 
donde hay un sin fin de bares, terrazas y pubs donde pasarlo bien.

Por mi parte, el sábado pasé todo el día fuera de casa. 
Me levanté bien temprano y me dirigí a Aspe.
Pues ese día había un torneo de fútbol, en el cual, participaba el equipo donde juega mi sobrino 
y, cómo no, allí estaba yo.
Es la primera vez que asisto a uno de ellos en los que juegan fuera de Elche 
y, sinceramente, me alegro de haberlo hecho. 
Pasé un día genial. Los chicos jugaron muy bien. 
Cada vez me siento mejor en compañía de este grupo de padres y niños. 
Son gente guay, sana.
No sé... 
Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien rodeada de tanta gente y me gusta. 
Me sientan bien estas salidas y me animan. 
Hacen que desconecte de todo, se me olviden mis problemas y "paranoias" 
por un rato y mi humor cambia... hasta que vuelvo a casa... 
 El día fue genial, aunque por la tarde se nubló el día y nos cayó un chaparrón
que nos tocó a todos los asistentes al torneo salir corriendo a refugiarnos allá donde pudiéramos 
para evitar mojarnos y que el granizo nos callese encima.
¡¡Vaya tormenta!! Así, de improviso
Hubo que cancelar durante un rato el resto de partidos que quedaban. 
No sé quién ganó la final en sendas categorías, pues al estar así la tarde y una vez descalificados 
en semifinales, decidí regresar a casa, descansar y ver la final de copa
entre el barça y el athletic.
Pero cuando iba en el coche de camino a casa, sonó mi teléfono móvil.
Un amigo, invitándome a cenar en su casa en compañía de otros tantos más. 
No pude negarme, a pesar de lo largo que había sido el día y de lo cansada que me sentía. 
Así que, quedé  a cenar con ellos y ver la final allí en su casa.

 Hice el día completo, acabé exhausta, tanta exposición, tanto relacionarme...
Pues en Aspe conocí e interactué con gente nueva... y necesitaba un descanso...
Me tomé todo el domingo para mí, para mis cosas, para pensar y reflexionar sobre cómo 
había sido y se había desarrollado el fin de semana. 
 Controlo mejor la ansiedad, ya ni se me nota.
Cada vez estoy mejor en cuanto a relaciones sociales, aunque me cueste dar ese primer paso, 
aunque me cueste salir de casa. 
Pero en cuanto lo doy, no hay quien me pare. 
Y sé que no va a pasar nada, al menos nada malo.
Y a quien no le guste cómo soy, pues él o ella se lo pierde.