jueves, 1 de mayo de 2014

Chantaje emocional

Todos, en un momento dado, hemos pasado por alguna de estas situaciones, sin embargo, 
yo siento que estoy atrapada en ella demasiado tiempo. 
Desde que tengo uso de razón, por ciertas personas de mi círculo más íntimo, 
me siento coartada en ocasiones y obligada a hacer cosas que no deseo en momentos 
que no me apetecen para no hacer enojar a otras personas. 
Claro, luego está esa sensación de culpa por no haber cedido ante la insistencia 
y amenazas de la persona en cuestión. 
No sé cómo lo hacen pero consiguen hacerme sentir mal.
Pero con el paso de los años me he ido haciendo más fuerte y aprendiendo a canalizar 
esos sentimientos para evitar así que me afecten de manera considerable. 
Y todo pasa por no dejarse pisotear ni ceder ante la insistencia de los demás sin dejar de lado tus valores. Anteponer éstos a los deseos ajenos. 
Me ha llevado tiempo y, de vez en cuando, vuelvo a caer, 
pero cada vez son menos las situaciones en las que me veo envuelta. 
Aprendiendo a decir "NO" de la manera más asertiva posible, 
dándome igual así, lo que piensen los demás de mí. 
No voy a permitir que, por tener los problemas que tengo, se aprovechen de mi. 

                                                                                (Lunnaris)

El chantaje emocional 

 
El chantaje emocional es una forma de control que recurre a la culpa, la obligación o el miedo para conseguir que otra persona actúe de acuerdo a unos intereses que van en favor de quien hace el chantaje. Una manera de manipular la voluntad ajena que se basa en provocar sentimientos negativos de los que la persona chantajeada no parece poder salir salvo que haga aquello que quiere el "chantajeador". 

No todos los grados de chantajes son iguales, ni responden a los mismos objetivos. Algunos son inocentes, casi inofensivos; sin embargo otros, son tan retorcidos que pueden terminar dinamitando psicológicamente a la otra persona. La manipulación llevada al extremo puede dejar una herida emocional muy dañina para la persona que lo sufre.

El chantajista emocional ejerce el papel de víctima, probablemente lleno de inseguridades y miedos. En lugar de hacerse cargo de sus limitaciones, carga sobre el otro esas debilidades, provocándole sentimientos negativos. El chantajeado acepta, principalmente, por temor a las consecuencias, al enfado o a que el chantajista cumpla con sus amenazas


Cuando nos chantajean emocionalmente, nos sentimos atrapados porque:


  • Por un lado, si cedemos, nos sentimos molestos y enojados con la persona que nos está manipulando y con nosotros mismos y el resentimiento se va acumulando.

  • Por el otro, si no cedemos:
    • Provocamos el enojo o ira de la otra persona y como consecuencia somos amenazados o agredidos verbalmente.
    • El chantajista nos deja de hablar.
    • Nos quita el dinero, la ayuda o cualquier otra cosa en la que dependemos de él.
    • Se autocastiga, dejándose de cuidar (por ejemplo de tomar sus medicinas o seguir su dieta, si está enfermo).

        
      La víctima se siente indefensa e incapaz de tomar decisiones basadas en sus propias necesidades o deseos, por: 

      • Miedo a:

        • Ser rechazada,
        • Perder la relación,
        • Perder el amor del chantajista, aunque se mantenga la relación,
        • Que la otra persona la haga sufrir, por ejemplo dejándole de hablar,
        • Que cumpla sus amenazas de no darle lo que necesita (que deje de ser importante para ella, que se busque otra persona, etc.).

      • Sentimientos de culpa por:

        • Hacer sufrir al chantajista,
        • Ser malos y egoístas o
        • Pagarle tan mal por todo lo que el chantajista ha hecho por la víctima.
                   
                                                 (Fuente: Lamenteesmaravillosa)


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