miércoles, 30 de octubre de 2013

Sé Como Un Muerto

Hace unos años atrás, mientras caminaban cerca del cementerio un discípulo le hizo una pregunta a su maestro.

 - Maestro: ¿Cómo usted controla los halagos y la crítica de la gente?

Entonces el maestro dirigiéndose al discípulo le dijo:

- Ve al centro del cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos.

El discípulo caminó hasta el centro del cementerio y comenzó a gritar toda clase de elogios a los muertos, rompiendo así el silencio sobrecogedor y la apacible atmósfera que había en ese sagrado lugar. Después regresó junto a su maestro.

- ¿Qué te respondieron los muertos? -preguntó el maestro.

- Nada dijeron.

- En ese caso, vuelve al centro del cementerio y lanza toda clase de insultos a los muertos.

El discípulo regresó al centro del cementerio y a pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, quien le preguntó.

- ¿Qué te han respondido los muertos?

- De nuevo nada dijeron - repuso el discípulo.

Y el maestro concluyó:

-Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los demás.   

MORALEJA: Quien hoy nos halaga, mañana nos puede insultar y quien hoy nos insulta y critica, mañana nos puede halagar.

- No seamos como una hoja a merced del viento en los halagos, insultos o críticas que nos gritan a todo pulmón los demás.                                      
- Si no controlamos los halagos y elogios como los muertos, caeremos en las trampas del egoísmo, el orgullo, la vana gloria y de creermos más que los demás.
- Si no controlamos los insultos y criticas como los muertos, caeremos en las trampas del resentimiento, el rencor, la contención y la enemistad con los demás.


(Autor desconocido, basado en un cuento tradicional de la India).


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